viernes, 30 de marzo de 2012

Mi amor

Por Evelia Garibay.


Un lugar en el mundo, 27 de marzo de 2012

Mi amor:


Te miró sentado frente a la ventana observando el jardín, tu doctor me dio las hojas en dónde volcaste tu interior, él quiso hacerme perder la esperanza, hacerme ver que tú mente esta más haya de lo racional pero para mí es una esperanza, es la prueba de que quieres regresar a mí, cuando me las dio el engreído psiquiatra me miró y me dijo que estaba considerando agregar “personalidad múltiple” a tu cada vez más grueso expediente, el muy idiota no tiene idea de quién es Bill Denbrough y por supuesto no tiene idea de nuestra broma privada al decir que tú eres Bill y yo Audra, porque queríamos que nuestro amor fuera como el de ellos, un amor tan grande y verdadero que siguió existiendo aún después de enfrentarse al aterrador “it”.

Sostengo las hojas e incluso antes de comenzar a leer suelto una carcajada ante los asombrados ojos del psiquiatra, las hojas están llenas de tu pulcra escritura, sin apenas espacio entre las palabras, en vez de ser Bill quién escribió esto más parece que fue Harold Lauder quién lo hizo, mi risa muere abruptamente en mi garganta y deseo que no sea Flagg quién tiene tu mente perturbada, la última bomba atómica a la que le podía echar el guante se me escapo por una nada. No es gracioso ya lo sé, pero de alguna forma tengo que sobrellevar esto, quiero que volvamos a vivir juntos, pero en nuestra casa y no en este hospital, por momentos siento que me vuelvo loca pero también sé que ahora yo debo ser tu roca, debo ser firme para ti y esperar pacientemente a que venzas a los demonios que te encerraron en tu propia mente, comienzas a escribir de nuevo y eso es un gran avance, yo creo que esa es la mejor manera de exorcizar a los monstruos de tu cabeza, atrapándolos en el papel  y después compartiéndolos con los demás, mientras más gente lea tus escritos mayor es la fuerza que pierden esos demonios. Esta carta no es desalentadora, al contrario, mis esperanzas vuelven con más ímpetu que nunca.

Quisiera que como Audra regresó a Bill tú regresaras a mí, pero yo no tengo a Silver ni puedo llevarte a dar un alocado paseo por las calles de Derry, no puedo encontrar la forma de traspasar la niebla que invade tu mente, tu increíble mente tan llena de historias, monstruos dirían algunos, genialidades, lo llamó yo.

Tengo un plan para hacerte regresar, no se lo he contado a nadie porque es tan loco que van a querer internarme a mí también; cada que lo pienso mi mente racional me grita que es una locura pero precisamente por eso es que estoy segura que funcionará, cuando estoy en tu habitación y suena mi teléfono siempre te pones alerta, y me miras como esperando que la llamada sea para ti. Hice una grabación, en ella esta nuestra canción y te digo cuánto te amo, cuánto necesito que regreses a mi, a nuestras vidas, ¡oh Dios, has que esto funcione por favor!. Voy a hacer que suene el celular, y cuando tu mirada este atenta en la mía, me voy a acercar a ti y te voy a decir: “para ti amor, pa pa ti ti”… después de todo It no es el único libro de Stephen King que hemos leído juntos.


Tu Audra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario