miércoles, 10 de octubre de 2012

Delicatessen, Ilusión e Indigestión

Por Angie Leal Rodríguez.

Delicatessen


Clavó la daga en su pecho y sacó el corazón aún palpitante, sintió la sangre chorreando por su brazo… lo llevó a su boca y empezó a comerlo.


Ilusión

Bajó su rostro probando los cálidos labios de su amada en un dulce, sugerente y eterno beso. Ahora sabían que nadie podría separarlos jamás.


Indigestión

Sus tripas se movían como abejas en enjambre y tuvo que vomitar. No debió comer el corazón crudo, el próximo lo cocinaría con arroz y papas.





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