martes, 23 de julio de 2013

La verdad

Por Luis Seijas.

I

Era la hora de cantar cumpleaños, todos los invitados -la mayoría compañeras de clases de Oriana- se divertían, siempre con la mirada atenta de Carolina, la mamá de oriana. La noche estaba despejada y en el cielo se desbordaban las estrellas.
Carolina salió al jardín y contempló ese mar de peces titilantes. Una lágrima quizo salir y ella la detuvo rápidamente. Se armó de valor y entró a la casa, buscando a oriana su niña, que ahora ya era toda una mujer mayor de edad y con miles de planes y sueños en la cabeza.
La música retumbaba en las ventanas y todos bailaban a su ritmo, unas luces azules y rojas se paseaban sin cesar por toda la sala de estar.
Se acercó tras ella y tomándole cariñosamente del brazo le dijo
—Hija, ven un momento por favor. Quiero darte algo para que lo abras luego de cantar cumpleaños. Ven a la terraza de mi cuarto.
La cumpleañera sonrió y afirmó con la cabeza.
Carolina se adelantó. Buscó en la gaveta y sacó un sobre rosado con la única identificación que Oriana. Abrió las cortinas y salió al balcón.
La noche la bendecía con una brisa que le llevaba el olor a pino del bosque.
Se abrió la puerta y Oriana con un porqué dibujado en el rostro, entró hasta el balcón.
Por unos segundos madre e hija se miraron.
—Hija lo que te voy a dar, lo he tenido durante mucho tiempo. —Y con la mano temblorosa le entregó el sobre.
—¿Por qué tanto misterio por una tarjeta?. —Bajó la vista hacia el sobre y vio la letra característica de su papá—. ¿Qué es esto mamá? ¿Es de la persona que creo que es?
—Sí, es unan carta de tu papá le prometí que te la daría cuando cumplieras dieciocho años. Una promesa que estuve a punto de romper en muchas ocasiones, pero ya sé que es el momento adecuado y así entiendas muchas cosas.
Oriana se sentó en la cama y el manto de la insonorización cubrió la habitación. Hizo uso de toda su fuerza de voluntad y guardó el sobre en su bolsillo.

II

—¡Feliz Cumpleaños Oriiannaa¡¡ ¡¡Feeeliiiz cumpleaaañooss aaa ti!! —Gritaban todos y aplaudieron emocionados.
Entre abrazos, regalos y felicitaciones Oriana recibió todas las bendiciones de los presentes. Ella las recibió con emoción, pero pensando en la carta que tenia en su bolsillo derecho. Cuando cesaron, se fue hacia el jardín y se sentó en bajo el cielo estrellado, las manos temblorosas abrió la carta y leyó:

Amada Oriana:

Cuando decidí llamarte Oriana, no  fue por un arrebato de malcriadez, una promesa o porque el día de tu nacimiento fue  el dia de "santa oreana" -santoral que no existe por cierto-. Ese nombre que hoy te identifica encontró su razón de ser hace una semana y hoy 14 de julio estoy tratando de plasmarla aqui. Naciste con ese nombre. Yo fui simplemente un medio.
Hija, cuando te tuve por primera vez en mis brazos y vi ese grupo de lunares agrupados de una forma, mi primera impresión no pasó a mayores porque no tenía la información y sabiduría que poseo hoy, y que geneticamente te he trasmitido.
Orion es una constelación que la nombraron como  “El cazador”. Tu nombre proviene de allí y significa "hecha de oro".
Ya me estoy desviando de razón de esta carta. Toda esa información la puedes hallar en google.
Estuve pensando en estas dos semanas que me dieron para escribirte, en la manera de empezar y quizás lo mas difícil; terminar. Y llegué a la conclusión que no importa la manera simpre será doloroso, aunque ellos me dijeron: ese dolor no es dolor realmente,  a donde voy no existirá ni siquiera el recuerdo de lo que me aqueje aqui y ahora. No te asustes ni te sorprendas. Me dijeron, también que me llevaria conmigo el recuerdo de todo lo bueno y en especial tu, mi niña. Esa es la razón por la que estas leyendo estas líneas, a pesar de los años han transcurrido y que tu mamá te haya dicho que me fui a donde los abuelos.
La verdad te la escribo aquí y cuando leas estas líneas vas a estar preparada para entenderlas. Promesa que me hizo tu  mamá...
Hace una semana los orionidas (los habitantes de la constelación Orion) se hicieron presentes ante mi y me explicaron o mejor dicho, certificaron todo lo que yo presentía: si existe vida fuera de este planeta. Me demostraron que somos su creación y nos transmitieron la sabiduría que somos capaces de entender, en ocasiones de forma directa y en otras, inconsciente. Me explicaron que los humanos tenemos la capacidad para desarrollar nuestra mente y lo que podemos hacer con ella.
            Viajé con ellos a planetas y constelaciones que nadie se imagina. Pude viajar, viajar no… ellos me explican que no viajan se posicionan en cualquier sitio que deseen. La física como la conocen ahora no es ni la cuarta parte de lo que representa.
            Estarás pensando que me volví loco, y si quizás si pero cuando veas lo que yo vi y donde estoy en este momento, me darás la razón.
            No las abandoné ni me morí, simplemente me abdujeron para darme esa capacidad de decidir entre mi mundo actual y toda la gama de vida y posibilidades que tenemos mas allá del cielo terrestre.
            Tendrás un millón de preguntas, las cuales te las responderán los hermanos mayores cuando sea el momento. En este momento, tengo que despedirme ya me están buscando. Perdóname si esta carta no es lo suficientemente clara, pero te llegarán mas, y lo mejor de todo es que te llegarán de mi mano.

Te ama en cantidades infinitas.

Tu papá                    








Oriana con lágrimas en los ojos cerró la carta vió hacia el cielo estrellado y ubicó a Orion le lanzó un beso, deseando que esas cartas llegaran lo mas pronto posible. En su fuero interno sabía que era verdad eso que había leído. Agradeció l cosmos esa oportunidad y decidió la forma del tatuaje que se iba a hacer.
 



FIN

Nota: Queridos edenautas mi reto era hacer un cuento de ciencia ficción… quizás no lo logré pero lo intenté.

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