Seudónimo: Carlo E.R.
Autor: Gean Rossi.
La
llegada de las gemelas Aly y Ani a la familia supuso el eventual olvido de las
gemelas mayores; o al menos así se habían sentido Mary y Betty, quienes toda su
vida habían sido las favoritas de papá. No solo notaban que ya no eran el
centro de toda la atención que antes recibían, sino que estaban seguras de
ello. Todo era culpa de las nuevas gemelas; Tan blancas, tan rubias y tan
perfectas. Pero todo acabaría aquel día.
Desde la oscuridad admiraban a las
pequeñas gemelas jugando sobre la alfombra con una gran muñeca de trapo. Aly,
la inteligente, percibió algo —así como siempre había percibido la envidia de
sus hermanas—. Se puso de pie y se alejó. La pequeña Ani quedó indefensa, de espaldas
a la muerte que venía a por ella. Encontraron luego a Aly en su habitación,
jugando con papel y lápiz. Parecía agitada, pues en su subconsciente conocía
las intenciones de sus hermanas.
Ya era tarde para cuando intentó escapar
por la ventana antes de ser sorprendida por el frío cuchillo; pero no lo
suficientemente tarde para haber escrito en el papel: “Fueron Mary y Betty”. Papel que las condenaría de por vida.
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