martes, 6 de marzo de 2018

Venid


Por Yol Anda.


Fue fácil encontrarlas. Sus pies desnudos no consiguieron borrar las huellas que dejaron en mi memoria. Mil novecientos ochenta. Un crudo invierno en el hotel Overlook. La habitación 237. Aquello no fue más que el principio. Prefirieron a las gemelas para el rodaje pese a mis avances en artes escénicas siendo una niña de diez años. Pero el tiempo pasa; cuatro años más y muchas cuentas por ajustar. Venid a jugar conmigo, niñas. Venid a jugar. No es invierno, no estamos en el angosto pasillo de un hotel; no hay alfombra azul que se precie ni ¿ríos de sangre? Venid.

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